Los años que le sucedieron al fin del sueño dorado fueron de estudio, me alejé por un momento de las Relaciones Públicas para llevar a cabo una pequeña incursión en el mundo del Diseño Grafico en la Universidad de Buenos Aires, pero en un cuatrimestre descubrí, con un poco de tristeza, que me gustaba mucho la estética, el arte y todo lo demás…pero lo mío eran las comunicaciones…..Resultado: Año 2000 volvemos a la UM a estudiar lo que nos gusta y sabemos hacer. De todos modos despuntamos el vicio y aprendimos a usar Corel y Photoshop.
Transcurrían días adolescentes sin más sobresaltos, hasta Octubre del 2000, ese mes se abriría una puerta: ese mes iba a portar otro uniforme, muy institucional también, pero nada que ver con las rayas….esta vez era pantalones azules, camisa celeste y un chaleco….un chaleco…un chaleco rojo con letras de molde en mi espalda color amarillo submarine que declaraba casi como un principio: “ESTOY PARA AYUDARLO”
Analista crediticio decía la calificación de puesto en mi recibo de sueldo, que no era abultado, pero para mí era una fortuna: el mes más fructífero fueron $430 pesos, pero para trabajar 6 horas 4 dias a la semana, estaba bastante bien…Las tareas diarias del proceso eran las siguientes:
VIENE EL SEÑOR QUE QUIERE COMPRAR EN EASY CON TARJETA CENTURY - SE SIENTA EN ESCRITORIO CON CHICA DE CHALECO BUENA ONDA – ENTREGA LOS PAPELES/REQUISITOS- CHICA CHALECO EVALUA CON CRITERIO SI CUMPLE CON LOS ESTÁDARES QUE IMPONE GE COMPAÑÍA FINANCIERA (QUIEN ME EMPLEABA PARA TERCERIZAR MIS SERVICIOS A HAGALO USTED MISMO), Y MANDABA LOS PAPELITOS ESCANEADOS A LA CENTRAL VEEDORA- CUANDO RECIBIA RESPUESTA OK: TODOS FELICES, SEÑOR PUEDE COMPRAR INODOROS, CANILLAS, PINTURA Y TODO LO DEMÁS – RESPUESTA NEGATIVA: AL SEÑOR LE AGARRA UN ATAQUE DE NERVIOS PORQUE ESTÁ EN EL VERAZ Y SE ENOJA CON CHICA CHALECO.
En este trabajo aprendí a lidiar con la gente, y a como dar noticias negativas con mi mejor sonrisa: me llevo como trofeo el dibujo de una nena con ciertas dificultades, cuya mamá vino mas de 3 veces a tramitar su súper tarjeta Century, para finalmente comunicarle que había sido rechazada…a pesar de todo la nena me quiso y me hizo una obra de arte, conmigo y ella como protagonistas, que guardo todavía en mi cajón.
Fueron 4 meses muy amenos, me hice amigos muy divertidos que ayudaban a pasar las horas de entrenamiento para el proyecto, que duro 1 mes de viajes a Martínez en el 21, donde nos decían que este iba a ser un emprendimiento muy grande y que éramos parte de algo groso. Divinos los de GE…pero parece que Century Card no cumplió con los estándares que impone la central veedora.
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